¿Se puede cobrar por algo que es gratis?

El otro día comentaba que si muchas webs se financian por publicidad, pero nadie quiere ver esa publicidad y la bloquea cuanto puede, tales webs acabarán sin ingresos y tendrán que cerrar. De esta reflexión salió desinstalar la extensión AdBlock de mi navegador, para al menos darles la oportunidad a los señores anunciantes de hacerme llegar su publicidad.

Desde que los periódicos empezaron a publicar versión digital se habla de cobrar subscripciones por acceder a contenidos. Muchos diarios, como El País y The Times pasaron un tiempo cobrando por acceso pero luego hicieron marcha atrás y volvieron a abrir sus contenidos. El amigo Rupert Murdoch denunció que Internet le está quitando el pan de la boca a sus churumbeles (y nietos). Ahí están The Times y The New York Times, que vuelven a la carga con la subscripción.

¿A qué viene todo esto? Hace unos meses hablé del Kindle de Amazon. Ahora han anunciado los Kindle de nueva generación, con WiFi y, lo que es más importante, un flamante navegador basado en WebKit (el esqueleto de Safari y Chrome). En el manual del nuevo cacharro he visto fotos del navegador en marcha y me ha sorprendido ver que está a la altura del navegador de un smartphone, pero con una pantalla el doble de grande.

Aparte del Kindle, Amazon vende libros, subscripción a blogs (sólo en EE.UU), a revistas y a periódicos. Por ejemplo, el acceso mensual a El País cuesta 20 USD. Es muy cómodo: al levantarte por la mañana, tienes el periódico descargado y listo para leer. Es una forma de contrarrestar el gratis total: facilitar el acceso al usuario / cliente, de forma que a éste le valga la pena pagar la subscripción.

Hay una alternativa a este modelo "de arriba a abajo", en el que el editor controla a través de un intermediario  la forma de distribución. Calibre es un programa que podría definirse como una biblioteca para catalogar / un conversor entre formatos / un recuperador de contenido. Es gratuito, abierto, multiplataforma, y se subvenciona con donaciones de usuarios y con acuerdos de integración con empresas. El caso es que Calibre accede a las webs de muchos periódicos y revistas, se baja los artículos diarios (o de los últimos días, según se quiera), los monta en formato ebook y los sincroniza con el dispositivo. Para entendernos, se seleccionan las publicaciones que queremos, programamos la hora de descarga, conectamos el ebook al PC y por la mañana tenemos el diario listo para leer. No tan cómodo como el Kindle, porque requiere Internet, un PC y bastante paciencia, ya que se tarda entre veinte minutos y una hora en preparar un diario (al menos en mi caso).

La gracia del método anterior está en que la publicación no la controla el editor, sino el usuario. ¿Tu diario favorito no está disponible en el Kindle? Quizá sí esté en Calibre. O quizá no está, pero puedes pedir a los simpáticos desarrolladores que lo incluyan. Si el diario específico es demasiado difícil de incluir y los desarrolladores están muy ocupados, puedes sobornarlos donar al proyecto para que se lo curren. O puedes cocinar tú mismo, hay manuales que explican como crear una "receta" para descargar una web. Yo lo intenté con un periódico portugués que me gusta mucho, Público, y me pasé muchos días trasteando hasta que funcionó. Subí la receta al desarrollador y éste la incluyó en la siguiente versión del programa. Luego me di cuenta de que mi receta fallaba más que una escopeta de feria, porque la web de Público es un desastre de diseño y el servidor es lento de narices. Pero bueno, lo intenté. Ahí está la receta para quien sepa más que yo del tema y quiera echar una mano.

Luego llegó el iPad y muchos periódicos y webs de televisión perdieron el culo se apresuraron para sacar una versión optimizada para la tableta de Apple. A pocos se les ocurrió pensar en el modelo de subscripción. Total, si el iPad tiene un navegador, los usuarios no van a pagar por una subscripción cuando tienen acceso a la versión pública y gratuita.

Y, como decía antes, ahora llega un nuevo Kindle con WiFi y un navegador muy chulo. ¿Vale la pena pagar por subscribirse a una publicación cuando se puede acceder gratis con una calidad y facilidad muy respetables? Con el Kindle antiguo, sin duda valía la pena. Ahora falta verlo, pero yo diría que depende del uso que le dé cada uno.

Comentarios

  1. Al margen de que desactivar AdBlock me parece un suicidio (mejor poner excepciones como decías)...

    Y al margen de que no sé decirte si pagaría por algo que me cuesta poco obtener gratis (tendría que caerme bien y currárselo el creador)...

    ¡Los ebooks van bajando de precio! Me temo que definitivamente estas navidades caerá alguno.

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  2. Desactivar el AdBlock puede ser asumible según el tipo de páginas que visites. Cuanto más "underground", más te funden. Pero bueno, lo más molesto, los pop-ups en pestaña y ventana nuevas, los iframes o divs o no-sé-qué-leches-que-aparecen-flotando-sobre-la-página, no los filtra AdBlock. A mí no me molesta la publicidad en general, me molesta la publicidad que no me deja navegar tranquilo.

    Si te sigues esperando, encontrarás alguno básico por debajo de los 100 EUR el año que viene. Cuando salga Mirasol, las pantallas e-ink se pondrán por los suelos. Todo depende de lo que quieras esperar y cuánto te haga falta.

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  3. Hola Jordi,
    Te escribo desde el Dpto. de comunicación y marketing de Traducciones Ibidem Group.
    Tengo una propuesta que hacerte y me gustaría contactar contigo por email pero no he encontrado ninguno en tu blog, de modo que te facilito el mío y si quieres y puedes, te pones en contacto conmigo.
    traductor@ibidemgroup.com

    Un saludo y gracias por tu tiempo!

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  4. Interesantes reflexiones. Yo tengo instalado el adblock y la verdad... me siguen saliendo ventanitas de publicidad (pop-ups de las narices... ¬¬). En cuanto a lo de los contenidos gratis... también es cierto que en España nos cuesta mucho pagar por cualquier servicio, todo hay que decirlo. No me parece mal que los periódicos pidan suscripciones no abusivas para leerlos a través de Internet, al fin y al cabo la página está en un servidor, hay que manterlo y eso tiene unos costes (y ellos tendrán que ganar algo, digo yo). Pero lo dicho: nos gustan mucho las cosas de gratis.

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