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Mostrando entradas de abril, 2012

Fuera Academia, dentro la masa: ¿qué puede salir mal?

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Llevo un mes con ganas de comentar una noticia que parece haber pasado desapercibida en la blogosfera traductoril y correctora. Prefería que hablara de ello alguien con más conocimiento, pero al final tendrá que hablar un niñato sobre el tema. Hace un mes Google actualizó el corrector ortográfico  inglés de su paquete ofimático Google Docs. Ahora ya no se basa en un diccionario estático y con actualizaciones puntuales (ya sea comunitario como  Hunspell /OpenOffice o formal como MS Office), sino que aprende de las búsquedas de los usuarios y de los textos que encuentra al peinar internet. Si se escriben y se buscan ciertos términos, esos términos se añaden al diccionario. Y, ya que está, aprende a relacionar unos términos con otros cercanos, algo que ha aprendido a hacer con los modelos lingüísticos construidos para Google Translate y con las autocorrecciones de búsqueda. En Google se aprovecha todo, como con el cerdo. Foto CC-BY 2 de Paul Lowry Vamos, es una mezcla entre

Las tarifas del autónomo y el engranaje de la automatización

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Los profesionales liberales poco creativos solemos tener tarifas más bien fijas. Por ejemplo, un diseñador gráfico o de webs puede cobrar por horas calculando de antemano el esfuerzo que le puede costar un encargo. Al fin y al cabo, se trata de una labor de creación, más que de transfusión. Por otra parte, un traductor cobrará por palabras (o páginas, caracteres, etc) sobre el original (salvo combinaciones lingüísticas o casos específicos). Traducir , en el 99 % de los casos, es una tarea poco creativa . Es decir, si te pasan una guía de viajes de 5000 palabras y tu tarifa es de 0,05 € por palabra del texto original (es un decir, que nadie saque la escopeta), presupuestarás el encargo por 250 €. Si te pasan una patente sobre bioquímica de 5000 palabras y tu tarifa es de 0,05 €… Un momento. ¿Es igual de fácil pelearse con la guía de viajes que con una patente de bioquímica? En principio, no, aunque depende de la guía, de la patente, de las especializaciones del profesional y de otros