Fuera Academia, dentro la masa: ¿qué puede salir mal?
Llevo un mes con ganas de comentar una noticia que parece haber pasado desapercibida en la blogosfera traductoril y correctora. Prefería que hablara de ello alguien con más conocimiento, pero al final tendrá que hablar un niñato sobre el tema. Hace un mes Google actualizó el corrector ortográfico inglés de su paquete ofimático Google Docs. Ahora ya no se basa en un diccionario estático y con actualizaciones puntuales (ya sea comunitario como Hunspell /OpenOffice o formal como MS Office), sino que aprende de las búsquedas de los usuarios y de los textos que encuentra al peinar internet. Si se escriben y se buscan ciertos términos, esos términos se añaden al diccionario. Y, ya que está, aprende a relacionar unos términos con otros cercanos, algo que ha aprendido a hacer con los modelos lingüísticos construidos para Google Translate y con las autocorrecciones de búsqueda. En Google se aprovecha todo, como con el cerdo. Foto CC-BY 2 de Paul Lowry ...