Esta bitácora está orientada a las TIC en general, con especial interés en la publicación digital, y a la ingeniería de localización. Si no suelo hablar de aspectos profesionales de la traducción es porque todavía no traduzco profesionalmente. Pasé cuatro años en una empresa de traducción haciendo de todo un poco, desde traducir catálogos de juguetes (también para niños) a hacer el mantenimiento de los servidores casi como afición. Después de hacer un máster de año y medio sobre localización, este mes de abril empiezo a trabajar como traductor autónomo, que al fin y al cabo es para lo que estudié la carrera.
En otras bitácoras más orientadas a la práctica de la traducción suelo dar la brasa con mis relatos de abuelo cebolleta sobre lo que para muchos traductores es "el lado oscuro de la traducción", es decir, mis experiencias desde el prisma de un gestor de proyectos (PM) en una empresa de servicios lingüísticos y de diseño.
¿Se entera de algo el PM? ¿Hace lo imposible por estrangular al pobre traductor en tiempo, tarifas y otras exigencias? ¿Le importa algo la calidad o solo decir que sí a todo lo que le pide su cliente?
Como me han recomendado en varias ocasiones que cuente mis experiencias como gestor, se me ha ocurrido que
hoy voy a hablar sobre la selección de personal, específicamente sobre las pruebas de traducción y cómo se evalúan estas. Todo esto viene a raíz de
esta entrada de la bitácora de Pablo.
Digamos que una empresa necesita nuevos traductores de inglés a español porque los habituales están muy ocupados, han bajado de nivel últimamente o han subido sus tarifas más allá de lo que se puede permitir la empresa. O digamos que esta empresa está buscando becarios que necesitan prácticas de empresa para completar su máster. Digamos que, después de hacer una primera criba, quedan unos cuantos candidatos con suficiente experiencia y disponibilidad. Para seleccionar uno, se decide hacer una prueba de traducción.
Los candidatos reciben simultáneamente un correo con las instrucciones de la prueba, los archivos que traducir, la referencia visual (PDF, capturas de pantalla, vídeo, ayuda o software compilados), la terminología y la memoria de traducción. En las instrucciones
se les insta a hacer preguntas si lo consideran necesario.
Primero:
¿qué preguntas pueden hacerse y cuáles mejor evitar?
Lo primero es
juntar todas las preguntas en uno o dos mensajes como mucho. Bombardear al PM con dudas según las vamos encontrando no predispone al PM a tu favor: le estás tocando la napia. Enviar dudas y llamar a los cinco minutos para ver si las ha recibido "porque todavía no he recibido respuesta" tampoco mola. Lo mismo si le envías la prueba y a la hora le estás llamando para preguntar si tiene ya los resultados.
Trata al PM como te gustaría que te trataran a ti.
Las dudas aceptables corresponden a las instrucciones y a los materiales de traducción que has recibido. Si las instrucciones no tienen sentido o se contradicen, si hay incoherencias entre la terminología y la memoria, si te hace falta contexto visual que no aparece en el PDF, etc. Obviamente, si las instrucciones dicen que, en caso de contradicción, la terminología prevalece sobre la memoria, no es necesario que escribas "he encontrado un conflicto, ¿hago caso a la terminología?". Todo esto es de perogrullo, pero prefiero explicitarlo. Si pongo estos ejemplos es porque los he sufrido en mis carnes, que conste.
Si no te gusta el estilo de la memoria, te aguantas, son cosas del cliente. Si encuentras fallos objetivos y demostrables en la memoria, los corriges en tu traducción. Si no entiendes el texto, te buscas la vida. Si no te decides entre dos equivalencias en tu traducción, es tu problema.
Esto no es la universidad, esto es la Vida Real TM. Si la terminología tiene fallos ortográficos, de sentido, de comprensión, etc... cuidado, puede tratarse de elementos de la GUI o del OSD y a menudo estos son inamovibles por mucho que te repateen el estómago. Si te hueles algo así, igual conviene preguntar, porque puede ser una trampa.
Si el texto es ilegible (un documento escaneado) o el inglés está tan mal redactado que es imposible (imposible, no simplemente difícil) entenderlo, es mejor preguntar antes que callarse: puede ser una trampa y esperan de ti que preguntes.
Segundo:
encuentras (casi todo) el texto ya traducido en Internet
Puede pasar. Quizá en la empresa reciclan la misma prueba hasta la saciedad y en algún momento su cliente ha subido la traducción a Internet. Y la traducción es muy buena. O es una castaña.
Lo que tú no sabes es si el PM es consciente de que la traducción se encuentra fácilmente en Internet. Igual es una trampa para ver qué haces. Qué sádicos son los PM, que les gusta ver cómo sufres, ¿eh?
Opción 1: la traducción es muy buena, te la copias, cambias alguna chorradilla y entregas la prueba sin decir nada. Suspendido por callarte información vital en lugar de compartirla con el PM. Buaj ja ja ja ja, qué malo es el PM.
Opción 2: la traducción es mala, pero la copias casi toda porque "es la oficial". Ya da igual que confieses que la has encontrado o no, el caso es que has entregado una mala traducción. Suspendido por entregar una basura.
Opción 3: la traducción es muy buena, pero tú no la encuentras y vas a tu rollo. No suspendes, pero igual te quitan un puntito por no documentarte.
Opción 4: la traducción es buena o mala, pero tú avisas al PM en cuanto te das cuenta y solicitas instrucciones. Bien hecho, no has caído en la trampa. El PM ya te dirá qué hacer.
Obviamente, esto de
encontrar el texto ya traducido no debería pasar en una prueba de selección. Igual solo encuentras una parte del texto y entonces es posible que sea una trampa para ver qué haces. En cualquier caso, no debería pasar: es una prueba para demostrar que sabes traducir, no para demostrar que sabes buscar. Si encuentras gran parte o el total del texto ya traducido, pasa algo raro. Igual la empresa no está realmente interesada en ti, igual le dan igual los resultados o igual se han despistado y les toca renovar su plantilla de prueba. Personalmente, yo prefería hacer pruebas por tandas y cambiaba el texto con cada tanda.
A veces es una puñeta encontrar textos con suficiente material de referencia y que contengan suficiente chicha para evaluar, con lo cual al PM de turno le puede dar pereza actualizar las pruebas y acaba pasando esto de encontrar la traducción ya hecha en Internet. Los PM también lloran.
Tercero:
¿qué notas pueden incluirse y cuáles sobran?
Nadie quiere leerse dos páginas de comentarios tuyos demostrando que sabes documentarte y que has encontrado equivalencias mucho más chulas que las que aparecen en la memoria. Me he llegado a encontrar casos de gente que añade una lista de referencias porque sí, porque lo vale, aunque no haya conflictos con las referencias ni necesidad de justificar sus decisiones. Lo mismo vale para los que añaden una lista de opciones: "he puesto X porque salía así en la memoria, pero también valdría Y porque lo he encontrado aquí".
Decídete, tienes que entregar una traducción como si fuera directa a imprenta. Repito, esto no es la universidad, aquí te van a pagar por un servicio.
Una nota aceptable sería: "he intentado seguir la memoria en la medida de lo posible aunque no me convence el estilo" o "he seguido la terminología, pero recomendaría cambiar esto, eso y aquello" (en archivo aparte si son muchos cambios). En el caso de un encargo real, también añadiría "he encontrado unos cuantos errores en el original, los incluyo en un archivo aparte por si el cliente quiere corregirlos" (errores objetivos y demostrables, por favor, no seamos pedantes). Ahora mismo no se me ocurren más notas posibles, pero diría que
es mejor preguntar con tiempo que añadir una nota cuando ya es demasiado tarde. A veces tu texto lo revisará a fondo un nativo, a veces alguien que habla tu idioma comprobará que no haya fallos obvios (¡el corrector ortográfico, por favor!) o de comprensión y a veces tu traducción solo pasará unos controles de calidad semiautomatizados tipo QA Distiller, ApSIC XBench, el QA Checker de Trados o controles manuales a ojímetro. Estos controles sencillos son más típicos de un encargo que de una prueba, pero bueno. En cualquier caso, insisto, intenta entregar como si tu texto fuera directo a imprenta.
Cuarto:
¿cómo se revisa y evalúa una prueba?
Cada maestrillo tiene su librillo. En ciertos casos,
se hace una comparación automática de tu texto con un patrón de buena traducción y se revisa a mano la variación. Aquí el veredicto es apto o no apto, básicamente. Igual te dan algún comentario concreto, pero olvídate de ver tu traducción corregida.
En otros casos,
se revisa la prueba como si fuera un encargo de verdad, es decir, sin comparar con ningún patrón. Se activa el control de cambios de la herramienta de turno (o se hace una comparación al final si no existe esta opción) y se emite un veredicto: apto o no apto. Aquí sí puedes recibir tu traducción corregida y algún comentario general.
Finalmente,
puede utilizarse una versión simplificada del LISA QA Model (aquí un
Excel de muestra gentileza de ALS). Este tipo de modelos
permiten medir la calidad de una traducción con valores concretos y semiobjetivos. Se establecen unos tipos de error, unos niveles de gravedad y un umbral de tolerancia. Ciertos tipos de error menores siempre tienen una gravedad baja, mientras que otros pueden ser leves, graves o muy graves. Vamos, como en el examen de conducir práctico. ;) El umbral se establece introduciendo el número de palabras del texto y los errores van restando puntos según su gravedad hasta llegar a ciertos resultados. Por ejemplo, se puede decir de una traducción que está perfecta o casi perfecta, que necesita una revisión rápida, una revisión a fondo o una retraducción. En este caso puedes recibir tu traducción corregida, pero no es habitual porque esta evaluación ya supone bastante curro. Lo que sí te pueden dar es el Excel con tu nota, los tipos de error, tu traducción con los tipos de error marcados (a ti te corresponde devanarte los sesos buscando el porqué) y un comentario general.
Además del apto / no apto, hay una tercera categoría, habitualmente reservada a los becarios que van a una empresa a continuar su formación. Esta es "rescatable" o, de forma más políticamente correcta, "tiene potencial". Claro está, no te van a decir que eres "rescatable", sino que te dirán "apto, pero cuidado con X, Y y Z, ya te acostumbrarás cuando vengas".
Quinto:
reacción ante una prueba suspendida
¿Puedes patalear? Sí, pero no mucho. Si han invertido tiempo en revisar tu prueba, difícilmente van a cambiar de opinión porque intentes justificar tus decisiones. Esto no es la universidad, aquí no hay "una segunda opinión". Si no te envían comentarios concretos, ni un listado de errores, ni tu traducción revisada, puedes solicitar algo de esto para "mejorar y hacerlo mejor la próxima vez".
Seamos constructivos, no vengativos. Como en los pasos anteriores, tu actitud y profesionalidad forman parte de la prueba.
Recuerda, cada empresa tiene sus propios métodos de selección. Unas son más abiertas, comprensivas, tolerantes y profesionales en general y otras te enviarán un PDF mal escaneado con las instrucciones "traduce esto para mañana", no contestarán tus dudas, tardarán una eternidad en darte los resultados (si te los dan) y te dejarán con la palabra en la boca si se te ocurre quejarte.
Se dice que una persona es tan buena como el trato que reserva a sus inferiores. Sustituye "persona" por "empresa" e "inferiores" por "proveedores" y listo.
Nota: no explico qué hacer cuando pasas una prueba porque me imagino que nadie va a contestar con un "Uuuuuiiiiiii, muchas gracias, qué ilusión, ¡es la primera prueba que paso! :) :) :) :)"
Espero que esta entrada te ayude a saber lo que pasa al otro lado del correo cuando te envían una prueba, entregas tu propuesta y te llegan los resultados.
¿Puedes contar alguna batallita relacionada con las pruebas? ¿Algún PM malote te tumbó cuando no te lo merecías? ¿Alguna ocasión en que el suspenso sí estaba merecido? Bueno, esto último mejor te lo guardas.