Subtitulación personal en cine para sordos

Leyendo el blog de iheartsubtitles, me he topado con un interesante artículo sobre la subtitulación en cines. Se puede decir que hay dos tipos de subtitulación: para quienes no entienden el idioma hablado y para quienes no pueden oírlo (y quizá tampoco entenderlo). Este mes Hoy toca hablar de la subtitulación para sordos y la piratería como un bien social.

Resulta que hay una app para iPhone llamada, en un ataque de originalidad, Subtitles. Esta aplicación se conecta con la base de datos de OpenSubtitles, se descarga el archivo de subtítulos que queramos para la peli que vamos a ver y reproduce los subtítulos mientras la estamos viendo. Así, tenemos la gran pantalla del cine donde vemos la imagen y la pantallita del móvil donde leemos los subtítulos. No es que sea muy cómodo tener que aguantar el móvil durante dos horas, pero es mejor que nada. Y, antes de que alguien se lleve las manos a la cabeza, sí, se reduce el brillo de la pantalla para no molestar a los demás, aunque supongo que si tienes a alguien justo al lado, será imposible que no le moleste la poca luz emitida.

Aparte de los problemas ergonómicos, la app tiene más inconvenientes. Por un lado, los subtítulos a menudo no son los oficiales, especialmente si se trata de una peli de estreno. Es decir, que puede haber problemas de calidad en la transcripción, en la traducción o en la sincronización con el vídeo. Además, quizá el subtítulo descargado no está preparado para sordos, con lo que no hay audiodescripción del sonido ambiente, no se indica la entonación de los personajes ni qué personaje está hablando cuando está fuera de cámara. Incluso es posible que no haya subtítulos para la peli que vamos a ver al cine o que no estén disponibles en el idioma que necesitamos. Es lo que tiene el crowdsourcing y el tsunami de contenido basura, que diría Miguel Llorens. Para todo ello, mejor asegurarnos antes de ir al cine descargando y comprobando los subtítulos para evitarnos una desagradable sorpresa.
Captura de Subtitles para iPhone
Finalmente, tiene un problemilla de funcionalidad. El subtítulo no empieza solo, hay que esperar a escuchar la primera línea de diálogo para pulsar Play y que comiencen los subtítulos. O sea, que los que tengan una sordera cercana al 100% deberán ir acompañados al cine o llevarse un cartelito para pedir al vecino de asiento que les dé un golpecito cuando comiencen a hablar. Algo ridículo, sinceramente.

Para más detalles, leed este análisis de la app. Faltaba más, los herejes de la manzanita androideros también tenemos nuestra app. SubtitlePlayer viene a hacer lo mismo solo que hay que descargar los subtítulos por separado (hay otras apps de Android para esto) y no es tan elegante como la de iPhone, ya que hay demasiada información en pantalla. A cambio, la reproducción del subtítulo empieza automáticamente (aunque es probable que necesitemos ajustar el inicio) y vibra cuando cambia el subtítulo, con lo que en películas de arte y ensayo con poco diálogo no es necesario estar pendiente de la pantallita.

Como ya digo, no es la solución idónea, ni mucho menos, pero abre las puertas del cine a los sordos, ya que son poquísimas salas las que emiten en VOSE y menos aun las que incluyen audiodescripción, si es que hay alguna en España. Probablemente sería una buena inversión para las salas instalar pantallitas en un porcentaje de butacas, como en los aviones, para quien quiera leer subtítulos sin que estos ocupen espacio en la gran pantalla. Y que las distribuidoras incluyan una pista de subtítulos con los estrenos, claro. Sin embargo, mucho me temo que esto será imposible sin decretazo gubernamental, al igual que en Cataluña hubo decretazo para que las salas primaran el doblaje en catalán.

Finalmente, una nota sobre la piratería. A la industria cinematográfica no le hace ninguna gracia que existan páginas donde cualquiera puede descargarse los subtítulos de una peli o de una serie de TV. Afirman que ello incita a la piratería, ya que, si no se pudiera acceder a los subtítulos, la gente se descargaría menos material pirata. Vamos, persiguen a sus clientes internacionales y/o sordos para proteger su mercado. Poco importa si los subtítulos son oficiales o si es fansubbing. Lo más curioso es que la industria fonográfica hace lo mismo con las páginas de letras de canciones, aunque desconozco su justificación. ¿Acaso todos los discos se venden con libreto con las letras?

Este rollo sobre piratería viene a cuento porque hay usos lícitos para algo considerado material copiado sin autorización, como son los subtítulos. Y estas apps para subtitulación personal en el cine son un buen ejemplo de este uso lícito. Ningún estudio estaría en contra de estas apps, que, al fin y al cabo, suman espectadores que no pisarían una sala en condiciones normales. ¿Verdad? ¿Verdad que no? Pues Apple lleva más de un año rechazando actualizaciones para Subtitles en iPhone por infracción de derechos de autor. El siguiente vídeo va dedicado a los manzaneros aficionados a soltar, a la mínima, el cansino adagio "¿pero Google no prometía no hacer el mal?".
¡Toma moreno!

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